El procesamiento y utilización del agua, ya sea para consumo humano o bien para fines industriales o agrícolas, está estrictamente regulado a través de normativas nacionales, como lo es SENASA o Código Alimentario Argentino y también por directivas con las exigencias de los mercados internacionales, China, UE o EEUU.
Cuando el agua está destinada al consumo humano, se debe garantizar su potabilidad en toda la red para disminuir los riesgos asociados a posibles contaminaciones en los circuitos de distribución. Y cuando el agua se utiliza en ciclos productivos , se debe analizar su composición para poder gestionar los riesgos asociados al proceso productivo y el retorno del agua al medio ambiente.
A través de nuestro Laboratorio ofrecemos un servicio integral de análisis de aguas para asegurar su calidad así como el cumplimiento de las exigencias normativas.